Poesias a la advocación de Humildad y Paciencia
De sus pobres vestiduras
Sin “piedá” lo han “despojao”;
Se las juegan una a una,
Mas Jerez le ha “bordao”
Otras de estrella y luna.
II
Bendito eres, señor
De la humildad y paciencia;
A ti, gloria y loor
Reconozco tu realeza
Y te doy mi corazón
La corona de espinas
Y la caña en tu mano
Me recuerdas que sufrías
Cuando eras tan burlado,
¡y así fue la burla mía!
III
En la roca sentado,
Con mirada de Humildad,
Con los ojos cansados
En la pura soledad.
Con la espalda dolorida,
De flagelos, tus heridas,
Y Con tu Paciencia divina,
Eres la luz que me ilumina,
Eres en mi vida, rosa sin espina.
Jaime J. Sanchez
IV
Señor de la Trinidad,
Es tu humildad
Y tu paciencia,
Clemencia de oradores,
Es tu mirada de ternura,
Eres señor de favores,
Y tu cara de dulzura,
Es el perdón de pecadores.
Jaime J. Sánchez
V
Marinero jerezano,
Con aires gaditanos,
Trinitario señor,
De grandeza y honor.
Hijo de Belén,
Y rey en Jerusalén,
Refugio de pecadores,
Y amparo de oradores.
Eres bendito, soberano,
¡Y Consuelo del jerezano!
Jaime J. Sánchez
VI
Trinitaria Soberana,
Estrella de la mañana,
Reina de los Afligidos
Y consuelo del padecido,
Eres virgen y señora
Y dueña de la aurora,
Eres reina y Soberana,
Santa Madre y Jerezana.
Jaime J. Sánchez
VII
La roca fria y sola,
y tu despojado,
sentaron alli,
tu cuerpo cansado.
el madero en el suelo,
cada golpe de martillo me duele,
el incienso huele,
y de ese humo te cubre un velo.
Por qué señor,
por que cargaste mi cruz,
por que no me hiciste cirineo,
por que nos llevaste la luz.
Si tan mal te lo pagamos.
Si por rey te clavamos,
y tu nos perdonas,
¿por que señor en tu humildad?,
encuentro tu inmensa bondad.
Y después tu pueblo te pide clemencia,
que tan mal te han tratado,
aguantando tu paciencia,
el bien le has dado.
Padre, quiero ser tu cirineo,
en blanca tunica me cubriré,
y haciendo la penitencia,
tu camino seguiré.
Que a tu monte calvario subiré,
que ese caliz de amargura beberé,
que tu heridas curaré,
y de un manto de flores
yo te cubriré.
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